sábado, 14 de noviembre de 2009

Autoras del Romanticismo

Autoras del Siglo XIX

Aunque la autora por excelencia ha sido Rosalía de Castro, hubo otras grandes autoras literarias a las que doy paso, las autoras que he expuesto en el blog son:

Carolina Coronado


Carolina Coronado, nacida en Almendralejo en 1823 y fallecida en Madrid en 1911, apareció en el mundo de la escritura cuando ya se habían salvado los primeros escollos -que no por ser los primeros fueron los más duros- por mujeres de la talla de Casilda Cañas de Cervantes -autora de la novela histórica La española misteriosa- o María Josefa Massanés i Dalmau.

De todas maneras, el disgusto masculino por estas incorporaciones y otras que siguieron, fue manifiesto durante todo el XIX y queda reflejado en numerosos escritos. Y no es que sea sólo machismo por el temor a que su forma de escribir pudiera superar en algunos casos, la de los hombres; era más profundo aún: era producto de la concepción del mundo, de la manera de entender la sociedad -y a la mujer dentro de ésta- y la literatura como producto de esa concepción de las cosas. Valga, por ejemplo, lo dicho por Benito Pérez Galdós, padre de la novela realista, en uno de sus discursos académicos sobre lo que significaba la novela: «Imagen de la vida es la novela, y el arte de componerla estriba en reproducir los caracteres humanos, las pasiones, las debilidades, lo grande y lo pequeño, las almas y las fisonomías, todo lo espiritual y lo físico que nos constituye y que nos rodea»

Emilia Pardo Bazán


Emilia Pardo Bazán nace el 16 de septiembre de 1851 en La Coruña, ciudad que siempre aparece en sus novelas bajo el nombre de "Marineda". Hija única de don José Pardo Bazán y Mosquera y de doña Amalia de la Rúa Figueroa y Somoza, recibe una educación esmerada.

Lectora infatigable desde los 8 años, a los nueve compuso sus primeros versos, y a los quince su primer cuento, Un matrimonio del siglo XIX, que envió al Almanaque de La Soberanía Nacional, y que sería el primero de los numerosísimos -cerca de 600- que publicaría a lo largo de su vida.

Su formación se completó en la capital de España, donde solía pasar los inviernos la familia, debido a las actividades políticas de su padre, militante en el partido liberal progresista.

El año 1868 supone un hito en la vida de Emilia: "Tres acontecimientos importantes en mi vida se siguieron muy de cerca: me vestí de largo, me casé y estalló la Revolución de septiembre de 1868". Emilia tenía 16 años, y su marido, José Quiroga, estudiante de Derecho, veinte. La boda se celebró el 10 de julio en la capilla de la granja de Meirás, propiedad de los padres de la novia.

En 1873 la familia Pardo Bazán -también los recién casados- abandona temporalmente España. El viaje se prolonga por varios países de Europa, lo que despierta en Emilia la inquietud por los idiomas, con el deseo de leer a los grandes autores de cada país en su lengua original. Su inquietud intelectual va en aumento y, al regresar a España, entra en contacto con el krausismo a través de Francisco Giner de los Ríos, con quien le uniría una gran amistad. El influjo de los krausistas la empuja a la lectura de los místicos y de Kant, y éstos, a su vez, la conducen hasta Descartes, Santo Tomás, Aristóteles y Platón.

Gertrudis Gómez de Avellaneda

Nació el 23 de marzo de 1814 en la antigua ciudad de Santa María de Puerto Príncipe. Lectora incansable desde una corta edad. Vivió en Cuba hasta 1836 cuando en compañía de su familia salió hacia España. Los sentimientos que esta salida le causaron, quedaron plasmados en su soneto Al partir. Visitó, antes de llegar a su destino, algunas ciudades del sur de Francia. Pasó algún tiempo en Burdeos y finalmente, una vez establecida la familia en España, residió en varias ciudades y regiones españolas: La Coruña, Sevilla, Madrid. Obtuvo grandes logros en los campos de la lírica y el drama. Sus novelas alcanzaron eventualmente un éxito rotundo. En 1846 se casó con don Pedro Sabater, pero al poco tiempo enviudó. En 1856 se casó nuevamente, esta vez con un político de influencia, don Domingo Verdugo. Después de veinticinco años de ausencia visitó a Cuba nuevamente. La acogida que le dieron en su patria fue algo fría y se dedicó especialmente en La Habana a empresas periodísticas. En 1863 enviuda nuevamente y aparentemente ésto le lleva a una profundización de su espíritu religioso. En 1864 viaja a los Estados Unidos y después regresa a España, ya para nunca más volver a Cuba. En 1865 se establece en Sevilla donde su obra alcanza una verdadera exaltación mística. Muere el 2 de febrero de 1873.

Imágenes





Elijo esta palabra para poner en mi mano, porque creo que nadie tiene un concepto real de lo que puede llamarse legendario, algo legendario no es más que algo que tú y únicamente tú puedes saborear, oler, tocar y ver y saber que nadie te puede quitar tu adoración.



He elegido este colegio porque ahí fue donde conocí a mi novia y es un lugar con mucho significado para mi.



He elegido Venecia porque es un sitio que lo considero romántico y muy bonito para pasar con la persona que quieres.